Bajo el mar hay millones de mundos de sirenas que nadie conoce. Todos ellos divididos en dos: Aquafail, dónde reina la paz, y Maldwin, dónde las sirenas no son como la de los cuentos infantiles. Son malas, seres que se alimentan de humanos. 

Giselle es la única sirena de su tierra bajo el mar, Camsus, medio humana y nadie sabe este secreto excepto su padre y sus mejores amigas, ya que si lo supieran la pondrían en peligro. Esto se debe a que su padre es un tritón, y su madre una humana. Giselle jamás conoció a su madre, por eso, con 17 años de edad, tiene más ganas que nunca de hacerlo. Su mejor amiga le propone ir a buscarla pero Giselle solo sabe que vive en California y su aspecto de hace 17 años. 

Pero Giselle jamás pensó que aceptar esa propuesta cambiaría tanto su vida ni lo que se esperaba en tierra.

Tanto Giselle como su padre no han visto a Brenda en 17 años, ya que representaba un peligro para ella que se enteraran de su encuentro y la solución fue que la niña creciera sin saber sobre su madre. Como toda adolescente, Giselle le comenta a su amiga, Coral, la sed que tiene por saber quien es su madre. Esta lleva un plan a cabo, y conseguen una carta de Brenda hacia el tritón y es allí donde se encuentran la dirección de su madre en la tierra —California—.

La híbrida se escapa y llega a la playa, acto seguido su cola desparece y sus piernas reaparecen. Con algo de dificultad para caminar, se viste con algo de ropa humana e intenta caminar unos cuantos metros.

En la playa estaban un par de chicos sujetando a una chica, los gritos de esta llaman la atención de Giselle que saca valor para defender a la victima. Uno de los chicos llevaba la cara tapada pero el color de ojos la dejo marcada. Aún con dificultad para caminar, Giselle se armó de valor y defendió a la chica, funcionó porque el par de chicos se fueron como si nada dejando en paz pero con una herida en la pierna a su victima.

Aquella escena le pareció totalmente extraña, claro, no conocía nada sobre las actividades humanas y al vivir en un mundo donde no existía el mal, aún más.

Para culminar y no seguir contándole por completo la historia, nuestra protagonista encuentra a Brenda viviendo en un edificio, el primer encuentro entre madre e hija fue algo rápido porque Giselle quería volver a Aquafil para proponerle a su padre a quedarse un tiempo con su madre y así conocerse.

La propuesta fue aceptada y Giselle se quedará en tierra firme durante cuatro meses. En ese periodo de tiempo convivirá con humanos en un instituto tratando de guardar su verdadera identidad, tendrá que luchar contra los secretos de su origen, descubrirá que en la tierra también hay magia y que las personas menos esperadas también son seres mágicos.

Me está gustando mucho esta historia, siento que la autora debería de actualizar más seguido (pero yo también suelo tardarme en actualizar, así que la comprendo) y es que siempre he soñado que en mi otra vida fui un tritón y por lo tanto, me tiene que gustar una historia de sirenas; menos las asesinas o las que viven en Maldwin, ellas no me gustan. Los capítulos de la historia no son ni tan largos ni tan cortos, por lo tanto me encanta. La historia avanza sin complicaciones y los personajes son tan hermosos pero lamentablemente no puedo seguir, al menos, que quisieran un spoiler de los grande y no.